Incorporar una nueva línea de negocio a un Centro de Estética

Son much@s l@s propietari@s que se plantean la posibilidad de incorporar una nueva línea de negocio a su centro de estética, con dos objetivos, tratar de incrementar el volumen de facturación de los mismos y distinguirse de la competencia complementando servicios de demanda de sus clientes.

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Entre estas líneas de negocio, se encuentran un servicio de nutrición, fisioterapia, podología e incluso medicina estética.

  • En primer lugar, tendremos que tener en cuenta que tipología de clientes tiene nuestro centro de estética, que capacidad adquisitiva y que necesidades reales

que no estén cubiertas ya con la actividad principal o típica del centro. Si tenemos un centro de estético con una oferta de servicios bifurcada entre estética facial y corporal, tenemos que plantearnos que los tratamientos corporales no terminan de funcionar sin un control de la alimentación. Esto es ciertamente muy importante porque los resultados comprometidos de dichos tratamientos no pueden pasar exclusivamente por la adquisición de nuevas tecnologías. Necesitamos un compromiso por parte del cliente. Es por ello, que la argumentación y el diálogo con nuestras consumidoras debe ser profesional, maduro y contundente.

  • En la búsqueda de nuevos profesionales para la implantación de nuevas líneas de negocio en nuestro centro, debemos encontrar perfiles que estén perfectamente ALINEADOS con nuestro proyecto empresarial y que aporten VALOR

además de cubrir demanda con nuevas necesidades, creadas o despertadas. Separémonos del mero alquiler de espacios, por cantidades ridículas que convierten nuestro espacio en un “centro de negocios”.

  • Es posible la negociación con un contrato de prestación de servicios, donde el tercero, el profesional entabla una relación mercantil “win to win” (ganar – ganar o “todas las partes ganan”)

con nuestra empresa y la aportación profesional trabaja en SINERGIA, con nuestra oferta de servicios. Es importante entender que, aunque el profesional es un ente independiente, – por lo que manejará sus propios recursos y horarios -, la base de datos de nuestro negocio, sigue siendo nuestra, y de vital importancia protegerla con la documentación adecuada.

Independientemente de la cualificación profesional del tercero, y de los permisos legales, y sanitarios que tengamos la obligación de obtener,

 la nueva relación mercantil entre las partes debe ser equilibrada y huir de acuerdos como los extendidos “80%/20% ó 70%/30%”;

puesto que la propia generación de ingresos de la nueva línea de negocio, tiene unos costes directos (productos), pero también indirectos (espacio, suministros generales, mano de obra, aparatología…), que no puede asumir el Centro de Estética, generando ingresos y sólo beneficio para el nuevo colaborador.

Otro aspecto importante es como hemos citado con anterioridad, cumplir escrupulosamente con los trámites necesarios legales y sanitarios, para la implantación de una línea de negocio, y tener en cuenta la compatibilidad de nuestra actividad estética con la nueva línea de actividad. En algunos casos, como en la migración a Clínica de Medicina Estética, los trámites pueden ser más largos y exigentes, inclusive desde el punto de vista arquitectónico y posible adecuación de los espacios. La ÉTICA debe ser consideración imprescindible para sustentar un nuevo servicio médico estético, que garantice una praxis segura y responsable realizada por médicos cualificados y experimentados de cara a los nuevos pacientes.